"Cruella de vil"-Arreglo para coro mixto a 4voces


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Cruella de Vil: Un ícono de la villanía Disney a ritmo de jazz


Cruella de Vil, la excéntrica villana de "101 Dálmatas", no solo es famosa por su obsesión con las pieles y su excéntrica personalidad, sino también por su pegadiza canción homónima. Esta melodía, presente tanto en la película animada original de 1961 como en sus remakes posteriores, se ha convertido en un clásico de Disney, capturando la esencia del personaje y aportando un toque memorable a la historia.


Un ritmo diabólico y una letra mordaz:


La canción de Cruella de Vil se caracteriza por su ritmo frenético de jazz, que refleja la energía caótica y descontrolada de la villana. La letra, por su parte, es una sátira mordaz que describe su personalidad egocéntrica, su obsesión por la moda y su crueldad despiadada. Frases como "Cruella de Vil, Cruella de Vil, el diablo con estilo, un demonio fino" o "Con su abrigo de piel y su cigarrillo en la boca, Cruella de Vil es la reina de la poca cosa" se han convertido en referencias icónicas de la cultura popular.


Más allá de la villanía:


A pesar de su naturaleza malvada, la canción de Cruella de Vil también posee un cierto encanto que la hace irresistible. La melodía pegadiza, el ritmo contagioso y la interpretación llena de personalidad de la actriz Betty Lou Gerson en la película original contribuyen a crear un personaje memorable que, a pesar de sus actos reprobables, despierta la fascinación del público.


Un legado musical:


La canción de Cruella de Vil ha trascendido la película original, convirtiéndose en un elemento cultural popular. Ha sido versionada por diversos artistas, desde Selena Gomez hasta grupos de rock, y se ha utilizado en numerosas referencias y parodias. Su presencia en la cultura popular demuestra el impacto duradero que ha tenido este tema musical.


En conclusión:


La canción de Cruella de Vil es más que una simple melodía; es una pieza fundamental de la identidad del personaje y un elemento icónico de la cultura popular de Disney. Su ritmo pegadizo, su letra mordaz y su interpretación memorable la han convertido en un clásico que sigue cautivando a las audiencias generación tras generación. A pesar de la naturaleza malvada de Cruella, su canción nos recuerda que incluso los villanos más despreciables pueden tener un cierto encanto irresistible.