El balance de fin de año que la mayoría de los directores hacemos (y me incluyo) es una recopilación de sensaciones y recuerdos:
Siempre digo que la mejor manera de gestionar cualquier cosa, una fábrica de zapatos, una escuela, un coro, es tomando registro, recolectando datos, para después analizarlos. Si sólo nos quedamos con sensaciones y emociones, es más difícil sacar conclusiones ‘desprejuiciadas’
Por supuesto, una de las claves, para que la recolección de datos aporte información relevante, es saber cuáles datos son importantes para relevar, y cuáles no
qué datos podés analizar para sacar conclusiones que te permitan trabajar mejor el año que viene, para que tu coro suene mejor, para evitar la repetición de problemas?
Empecemos por los datos ‘escritos’ (también puede ser que sólo los tengas en tu memoria, pero el trabajo es más arduo e impreciso):
hay 3 preguntas fundamentales que yo me hago cuando evalúo cómo me fue con un proyecto musical:
hice todos los ensayos necesarios?
aproveché al máximo el tiempo del que disponía en esos ensayos?
asistieron todos los que debían asistir a esos ensayos?
y, por lo general, si algo no anduvo del todo bien, la respuesta está en alguna de esas 3 preguntas, te invito a probarlas…
y ahora pasemos a otro tipo de registros:
esto ya es algo de lo más común, siempre hay alguien tomando videos desde el celular. Lo interesante es comparar las actuaciones entre sí (a fin de año la perspectiva es diferente a cómo vemos/escuchamos las cosas inmediatamente pasado cada evento)
También es interesante comparar actuaciones con ensayos, hay coros que rinden mejor en las actuaciones, y viceversa. Hay veces en que el cambio de las condiciones acústicas entre el lugar habitual de ensayo y la sala de conciertos influye, por la positiva, o por la negativa
(nota al margen: una buena grabación de audio se puede editar, por ejemplo con el Audacity, el audio de los videos ya es más difícil, además los celulares y cámaras suelen tener pésimos micrófonos)
escuchar un ensayo suele ser menos grato, pero aporta datos muy interesantes: si comparamos ensayos a lo largo de un período de tiempo, por ejemplo, podemos ver qué cosas se van solucionando, qué problemas persisten. Ni hablar si no estás acostumbrado a escuchar ‘cómo suena en realidad’ tu coro, quiero decir, llega un momento, por la propia experiencia, en que una grabación no nos sorprende, porque podemos escuchar todo lo que pasa en el momento que pasa. Pero, hasta llegar a esas instancias, es probable que las grabaciones te sorprendan, y escuches cosas (positivas o no tanto) que no sabías que sonaban, se entiende?
El otro aporte importantísimo de las grabaciones de ensayo es que te permiten escucharte a vos mismo, así podés evaluar:
filmarte dirigiendo de frente puede ser una experiencia traumática
, pero enriquecedora, si prestas atención a:
Recabar datos, compararlos, hacer relaciones, es que que te va a ayudar a mejorar tu trabajo, tu
actividad como músico.
La reflexión es tan importante, para el artista, como la propia acción artística
Y ahora es tu turno: te gusta hacer balance de tus actividades corales? tomás asistencia? grabás tus ensayos? te has visto dirigir?
abrazo grande y hasta la próxima!