En los últimos meses hice 3 consultorías a suscriptores fuera de argentina
Uno en Panamá
Una suscriptora en Portugal
Otra en Francia
A pesar de ser consultas sobre temas diferentes, las tres tuvieron un punto en común, que a lo mejor te sirve
Vos verás
Una de las consultas era para crear un proyecto para armar un coro
Las otras dos eran proyectos para workshops de música argentina/hispanoamericana con cantantes
(Una recomendación acerca de los proyectos: siempre asegúrate de pedir TODO lo que vas a necesitar: espacio, materiales, luces, sillas, enchufes; y sobre todo, a menos que te aclaren lo contrario, cuánto vas a cobrar)
Bueno
El tema es que, en algún momento de las 3 consultorías, a las 3 personas les hice la misma sugerencia
No te pares en tu debilidad, parate en tu fortaleza
O, como dicen las viejas, no te metas en camisa de once varas
Quiero decir
Cuando estas preparando un proyecto, por lo general nos entusiasmamos
Y queremos deslumbrar
El tema es que fácilmente pretendemos deslumbrar haciendo cosas que no dominamos
Eligiendo un repertorio que no conocemos
O queriendo utilizar técnicas que no manejamos
Y la verdad es que no somos Mandrake
No podemos mover la varita mágica y con dos palabras transformar la piedra en oro
Más bien somos encantadores de serpientes
Si hacemos lo que mejor sabemos hacer
Y lo hacemos bien
súper bien
Los participantes del curso
Los cantantes
Nuestros coreutas
Van a salir fascinados
Y van a volver a la clase siguiente
Al ensayo siguiente
Y al otro
Y al otro
Y te van a pedir otro workshop
Otro seminario
Te van a encargar armar otro coro
Etc
Etc
Una cosa es hacerse el mago
Otra ser encantador de serpientes
Lo sabe muy bien Edgar Moya Godoy, que nos habla en el podcast de hoy sobre sus composiciones corales, y sobre las vicisitudes del compositor en estos tiempos de proyectos y propuestas
Buena semana!
PD: el episodio acá 👇🏽