Nicolette, el lobo y la picardía de Ravel


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Un análisis coral entre la sátira y la elegancia armónica


En este artículo exploramos Nicolette, la primera de las Trois Chansons de Maurice Ravel, una obra coral a cappella escrita durante la Primera Guerra Mundial. Esta pieza, compuesta entre 1914 y 1915, representa una fusión magistral entre la herencia renacentista francesa y la agudeza moderna del compositor.


Nicolette transforma un esquema de cuento tradicional en una sátira elegante sobre el deseo, la avaricia y la hipocresía. A través del texto escrito por el propio Ravel, seguimos a una joven que rechaza al lobo feroz y al paje enamorado, pero se entrega sin dudar al viejo rico y repulsivo. El relato subraya cómo los intereses materiales prevalecen sobre el amor o el instinto de supervivencia, en una crítica sutil e irónica a los valores sociales.


Musicalmente, Ravel desarrolla una estructura clara y modal, con textura homofónica y un ritmo que ilustra cada escena con precisión casi visual. El estilo recuerda a la chanson renacentista, pero con armonías y colores armónicos propios del siglo XX. El ritmo, por momentos declamatorio, acompaña la evolución del personaje desde el miedo, al deseo contenido, y finalmente a la ambición desenfrenada.


Nicolette destaca por su economía de medios y profundidad expresiva. No es solo un homenaje al pasado coral francés, sino también una muestra del ingenio de Ravel para revitalizarlo desde una perspectiva contemporánea. En esta obra, cada nota y cada silencio están al servicio de la historia y del carácter, sin excesos ni adornos innecesarios.


La lucidez con la que Ravel compone esta pequeña obra contrasta con los años finales de su vida, en los que una enfermedad neurológica le impidió continuar escribiendo música. Aun así, Trois Chansons permanece como un testimonio de su genio en el terreno coral, y Nicolette, en particular, como una miniatura perfecta de ironía, forma y color vocal.