La otra noche vino un director de coros amigo a mi Depto, a tomar unos vinos, picotear algo, esas cosas que hacemos los músicos con menos frecuencia de la que querríamos
Al contrario de las charlas que suelo tener con otros directores, con este amigo nos dedicamos más a hablar de nosotros mismos, de nuestros coros, de nuestros propios problemas profesionales, y no tanto a hablar de otros directores, de otros coros
Sin embargo, en un momento, charlando sobre las oportunidades de formarse en el exterior, de viajar para estudiar dirección coral en otro país (cosa que nunca pude hacer), salió a colación el caso de un amigo mutuo, director, que, teniendo todas las oportunidades para hacerlo, todas las puertas abiertas, digamos, viajó a estudiar, pero sólo llegó a estar un año fuera, y se volvió
“Y ahora habla como si hubiera hecho toda la carrera en el exterior”, dijo mi amigo
Bueno
Admito que por bastante tiempo compartí el punto de vista de mi amigo
Digo, únicamente enfocaba la situación desde ese punto de vista
Pero esta vez, no sé, habrá sido el vino, o los años, me permití mirar la situación nuestro amigo en común, desde otro ángulo
Ahora pienso que de verdad, este amigo que viajó a estudiar a otro país, no soportó la situación, llamale soledad, añoranza, como prefieras
No creo que en ningún momento pensara: ‘bueno, me voy un añito, después lo hago valer por cuatro, o cinco, y le saco provecho al prestigio que te da el estudiar afuera’
Pienso que la situación, el contexto, era más complejo
Los que no hemos podido viajar para formarnos en otro país, tenemos, o hemos tenido que estudiar acá mismo
Para eso tengo (por ahora) 12 cursos, el actual, de Estudio y Memorización de Obras corales II, hoy con su Clase 2
Precisamente, el título de la clase 2 es ‘el contexto’
el curso acá:
https://gusespada.com/curso-de-estudio-y-memorizacion-de-obras-corales-ii/
Educación sexual moderna, de Les Luthiers, es el arreglo de la semana
PD: si aún no estás suscripto