Éste es un post invitado de la Lic. María Emilia Puebla
Hoy propongo entablar con ustedes un momento de reflexión sobre el mundo coral y su riqueza. Muchas veces quienes dedicamos nuestra vida a esta hermosa profesión de directores corales, no nos detenemos a dimensionar cuan diversa, rica e intensa puede ser nuestra tarea y el campo de acción laboral que propone.
Dado que nuestra actividad se basa en grupos humanos nucleados por diversos motivos, con instituciones que los contienen o simplemente independientes, agrupados por franja de edades o con edades diversas, mixtos, femeninos, masculinos, con un único perfil de repertorio a abordar, profesionales, vocacionales… vemos la amplitud del campo laboral del director y la lista sigue y sigue…
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Esta variedad de grupos con sus particularidades nos presenta una lista tanto o más numerosa de desafíos para afrontar desde nuestro rol de director:
-diversidad de edades (niños – adolescentes – adultos – adultos mayores)
-diversidad de intereses y objetivos. Tanto del grupo como de la institución que lo contiene (en caso de ser coro institucional)
-diversidad de gustos musicales y estéticos
-diversidad de tiempos de atención-dispersión
-variedad en los tiempos de asimilación y aprendizaje de nuevos conceptos o herramientas técnico-vocales
-diversidad de niveles de abstracción y/o conocimientos y vivencias previas
-variedad de niveles de experiencia y conocimientos musicales
-distintas etapas de desarrollo o madurez vocal y técnica
Está en nosotros como directores corales y líderes de nuestros grupos, el poder conocerlos de manera tal que nos permita realizar una selección del repertorio, no sólo adecuado a las posibilidades musicales del grupo sino que guste y entusiasme el desafío de aprenderlo!!! Desde lo profesional es necesario adquirir herramientas que nos ayuden a estar familiarizados con las edades mayoritarias del grupo (no es lo mismo liderar un grupo de niños que uno de adultos mayores…), será de mucha ayuda consultar bibliografía del campo de la psicología, las dinámicas de grupo e incluso consultar con profesionales de estas y otras áreas del conocimiento que puedan echar luz sobre el camino a transitar como directores de un nuevo coro.
Desde lo humano creo que siempre es necesario procurar un espacio de diálogo constante, estar atentos a las necesidades e inquietudes del grupo promoviendo el respeto entre pares y con el director, estableciendo pautas de convivencia, solidaridad entre pares y demás valores esenciales para nuestra actividad.
De acuerdo a las edades mayoritarias de nuestro grupo plantearemos dinámicas de ensayo, el plan de trabajo a corto, mediano y largo plazo que nos permita tener en mente cuáles son los objetivos y metas a alcanzar. Dentro de los momentos compartidos procuraremos tiempos de encuentro, charlas, que nos permita conocernos entre integrantes y con el director. Las actividades extra-musicales como una reunión o una salida grupal siempre ayudan a fortalecer el grupo desde las relaciones humanas.
Mientras más conocemos a nuestros integrantes, más podemos capitalizar sus valores asignando roles dentro del grupo, tales como tareas de tipo administrativas, planificación de eventos, acompañamiento musical, refuerzo desde lo vocal, etcétera.
Según mi experiencia entiendo que es necesario trabajar para lograr un punto de equilibrio entre nuestros objetivos artístico-musicales y las expectativas e intereses de nuestros grupos, a partir de ese punto será más sencillo llegar a un objetivo común y crecer como grupo.
Finalmente, para tener en cuenta, un grupo humano que posee conexión entre sus miembros y logra un buen clima de trabajo, llega de forma más natural y fluida a concretar los objetivos propuestos. Elegimos transitar el camino de la dirección coral, es importante reconocer su riqueza y animarnos a enfrentar los desafíos que la actividad propone ya que cada coro es ÚNICO y no hay recetas para conducirlo, está en nuestra observación, estudio y flexibilidad como músicos y como seres humanos el poder encontrar la manera de afianzar y hacer crecer nuestros grupos.
Licenciada en Dirección Coral egresada de la Universidad Nacional de Cuyo, cuenta con diecisiete años ininterrumpidos de labor artística como directora de coros vocacionales de todas las edades así como también, cantante y preparadora vocal de diversos elencos corales en Mendoza y Córdoba.
Actualmente ejerce la docencia en materias de su especialidad en Nivel Superior dentro del Conservatorio Superior de Música “Félix Tomás Garzón” UPC y la Tecnicatura Superior en Dirección Coral del ISEAM Domingo Zipoli.
Es Directora del Coro del CEPRAM (Centro de Promoción del Adulto Mayor), Coro Juvenil Femenino del ISEAM DOMINGO ZIPOLI y Coro del BANCO DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA.
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