Planificar las cosas que queremos hacer, gestionar con tiempo, a veces nos hace parecer inteligentes, o más inteligentes de lo que somos
La primera vez que encaré con mi coro una grabación ‘profesional’, por decir algo, fue en un encuentro coral
Nos asociamos 4 coros y presentamos el proyecto en la Municipalidad de Córdoba, que cada año daba una especie de incentivo a músicos para que grabaran su primer CD
Y bueno, el proyecto, y el CD, se llamaron ‘Encuentro Coral’
Imaginativo no?
El asunto es que, como el estudio era muy pequeño, decidimos grabar en una iglesia que está en un predio de la Fuerza Aérea, porque es uno de los lugares más silenciosos que pudimos encontrar
Bueno
Yo tenía cero experiencia en grabaciones de ningún tipo
Pero, lo primero que pensé fue, que si íbamos a grabar en una iglesia, lo mejor sería cantar algún repertorio religioso
No fue de sabio, si no por sentido común: la música religiosa para coro, casi toda, fue compuesta para ser cantada en iglesias, por lo tanto, suena bien en ese ámbito
Entonces, comenzamos a ensayar
‘peccantem me quotidie’, un motete de Cristóbal de Morales, muy sencillo
‘Ubi caritas’ uno de los 4 motetes de Duruflé (también muy fácil de leer y cantar)
y el ‘pater noster’ de Stravinsky, también muy Fáil de cantar y de aprender
Recién me dí cuenta de la importancia de esta decisión cuando fui a una sesión de grabación de otro de los coros del proyecto
En la iglesia
Cantaban folklore argentino, con guitarra y bombo, como debe ser
Claro, lo que para nosotros era una ventaja, la sonoridad de la Iglesia, para ellos era una calamidad
El técnico de grabación no sabía qué hacer con la bola de sonido que armaban el bombo y la guitarra, y el coro a veces perdía las referencias rítmicas
En fin
“Qué inteligente que fuiste” me dijo uno de los directores cuando nos juntamos a escuchar las primeras pruebas
Tengo que decir que ví una rendija de envidia en ese comentario, pero no lo podría asegurar
Teníamos todos los directores una buena relación, amistosa, digamos, sin ser amigos
La verdad, no había nada que envidiar
Por un lado, porque siempre he querido tener un coro que fuera un instrumento diferente al que tengo, un mejor instrumento, y nunca lo logré
Por otro lado, porque, insisto, mi decisión de hacer música religiosa no fue inteligente, fue más bien lógica, y sobre todo fue resultado de una buena planificación
Quiero decir
Pude elegir el repertorio adecuado, porque tuvimos que presentar un proyecto medio año antes, en el que había que incluir el lugar/estudio donde se iban a realizar las grabaciones
Si no hubiéramos tenido definido el lugar con anticipación, quien sabe qué repertorio habría comenzado a preparar para grabar
Hoy termina el curso “Canto de la Tierra”, un curso donde seguramente vas a encontrar un montón de repertorio de raíz académica, accesible para coros amateurs como el mío
En la clase de hoy, uno de los compositores estudiados es, precisamente, Igor Stravinsky; además, adjuntamos una lista de obras recomendadas, para descargar
El curso “Canto de la Tierra”
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Buen fin de semana